Educar en Valores
Observando qué resoluciones a estos problemas toman, vamos a poder saber que género de entrenador/formador han tenido en sus etapas iniciales, podemos ver alumnos que frente a un ligero contacto optan o no, por simular una agresión, cuando el árbitro se confunde queja de forma furiosa o bien se levanta y prosigue jugando, cuando quedan cinco minutos a fin de que acabe el partido y va perdiendo su equipo por pero de dos tantos prosigue presionando o bien mira como juega el contrario………. todo ello va a ir determinado valores como la sinceridad, el respeto.
En las primeros años, los pequeños son esponjas y absorben todo cuanto hay a su alrededor, por esta razón irán interiorizando los valores que predican con el ejemplo sus grandes referentes, su monitor y su padre/madre.
La relevancia que ciertos monitores de fútbol le dan a ganar el partido hace muy frecuentemente que se olviden de lo pero esencial, la educación y hay que meditar que no solamente les preparamos para ser mejores atletas, les preparamos para la vida.
No se trata de jugar en el equipo, sino más bien de jugar en equipo
En un partido cadete un alumno se encaro con el arbitro, inmediatamente fue sancionado por el entrador, que le tuvo 5 minutos en el banquillo, después de este tiempo el chaval, volvió a jugar, salio , marco y se lo dedico al entrenador .
Desde la grada se escuchaba vocear ¡Misteeeer que estamos con diez!….., a mi me daba igual, era siendo consciente de que no estaba allá para ganar un partido, de vuelta del futbol y con alguna cana no debía probar nada a absolutamente nadie, solo a mi mismo y a mis principios, solo su madre se percató de la lección que ese día su hijo aprendería, acabó el partido,no recuerdo del resultado, creo que ganamos, no me importa….. ese día este pequeño aprendió que sin respeto da lo mismo lo bueno que seas, los tantos que metas o bien lo guapo que te veas, que en la vida y en el futbol siempre y en toda circunstancia te encontrases con alguien que no desee llegar al final del viaje si no es por el camino adecuado. No todo vale.
Los monitores de fútbol debemos impedir que los jugadores practiquen la violencia gratis y el menosprecio a los contrincantes, compañeros o bien árbitros.
Lo que sucede en el campo, no solo queda en el campo, como acostumbran a comentar muchos jugadores al finalizar un partido, lo sucedido en el campo queda grabado en la psique de todos y cada uno de los pequeños.
La meta prioritaria no puede ser solo ganar de cualquier forma, protestar al árbitro, festejar los tantos bailando, solicitar tarjetas al árbitro para el contrario, simular faltas,……… precisamos algo más, tiene por nombre educación.
Muchos monitores de fútbol han perdido el respeto al juego, a su profesión y al papel pedagógico que representan, priorizan el ganar como sea, para progresar su curriculum, a fin de que su encabezado de su cuenta de Twiter quede mejor «vencedor alevín temporada dos mil dieciseis», o bien sencillamente para completar su gran ego personal y la situación pasota del club dados estos actos no es exactamente un castigo que incentive a pensárselo mejor la próxima temporada.
Los profesionales de la educación deportiva y los clubes hemos de ser los primeros en demandar a todos y cada uno de los equipos, propios y contrincantes, que forman las distintas competiciones que den ejemplo en valores, al unísono que nos dedicamos a jugar al fútbol.